lunes, 31 de diciembre de 2012

DERECHO AL ALMA

Vio, al pasar, a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos: "Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego?" Respondió Jesús: "Ni él pecó ni sus padres; es para que se manifiesten en él las obras de Dios." Jn.9:1-3 

Sin ser uno una luminaria de la filosofía, me ha parecido digno encontrar que la metafísica y hasta la mística no están muy lejos de nuestras narices, lo que para muchos es una abominación: No podemos sino remontarnos a la naturaleza y a la técnica, a lo que los científicos llaman la Objetividad. Como si uno no fuera un sujeto, como si no tuviera personalidad ni alma. Como si el mundo fuera la verdad siempre. Y siguiendo este criterio, poco o nada importa la vida antes de la concepción ni por supuesto después de la muerte. A la ciencia no le importa... Mas uno, como cristiano, a la vez que también técnico y pensante, no puede dejar de tener siempre presente la trascendencia de nuestro espíritu, incluso racional, además de religiosamente. Mas ¿qué es esto de la racionalidad? ¿Es la mera actividad cerebral? ¿Es a causa del libre albedrío? ¿Es algo individual o colectivo? ¿Es un don de Dios o una aptitud natural del hombre? Lo que llamamos y llaman los psicólogos conciencia, ¿qué es? Definámosla con un criterio freudiano y divagadoramente así: Sínodo total de dos astros sumergidos en el cosmos de los astrólogos del mundo, aureolas como soles de sarmientos, flores y musgos, tornasoles, cúmulo de ciencias del suspenso, solariega labrada a fuerza de la dualidad, existencias, lámina abrupta de sal, espejo, persona jugada por el sagrado elixir del destiempo fijado, asidero de la duda, verdad del poder del enemigo, integridad del ahogo del corazón, difícil causa ajada a fuerza de espasmos estomacales, degluciones escalofriantes, que se sufrieron una por una como entrañas de luz, trombosis, amarrada hacha del ergo, dios del sol en el equinoccio, profecía de cedros y algarrobos tenaces, pordioseros sin perjuicio, quema devanada de modos y junturas, idea confusa de un mar frío, coágulo erguido en el grosor de nuestras tramposas pruebas, estatua de la vejez, hegemonía del gran ganado, lápida partida por la mitad... 
No es de extrañarnos que la conciencia sea quizá el problema filosófico y existencial más acuciante para cualquier pensador. De hecho, cuando yo era niño, me miraba en un espejo y me maravillaba de que yo sea solo yo, y que nadie más fuera yo mismo. Había descubierto, a mi modo, la cuestión del existencialismo de los escritores franceses del siglo pasado, siendo el más paradigmático entre ellos Jean Paul Sartre, quien llegó a decir que en el hombre, la existencia precede a la esencia, algo así como si el vaso precediera al contenido, y fuera primero y más crucial, siendo la esencia algo secundario y dependiente de la voluntad del mismo hombre. Lo que en sí parece falaz y negligente. Digámoslo con todas las letras: difícilmente alguien tenga tanta facultad de determinar su vida al correr de las circunstancias diarias. 
La psicología de Freud distingue conciencia de inconsciencia. Solo diremos que el consciente se refiere a lo que traemos directamente a nuestra mente en el momento, mientras que el inconsciente, a su vez, a lo que permanece en el subterfugio de la misma y en el corazón, condicionando sin embargo nuestra conducta, como una irreflexión caprichosa. Muchos poetas y escritores en general hacen culto a la misma cual a una musa venerable.[1] Yo mismo he escrito varias obritas a vuela pluma y no deteniéndome sino a corregir detalles, y maravillándome de su coherencia y de haber escrito en un perfecto contexto palabras que no conocía y que difícilmente haya leído o escuchado antes, pero que sin embargo figuraban en el diccionario de la Real Academia Española, fuente a la que acudía siempre para retocar mis obras. Podríamos decir que estas estructuras de la psicología de Freud se refieren a la presencia de lo Otro en uno. Ese Otro es el mundo y sus vicisitudes en nuestra alma, especialmente las vivencias de la infancia, y las llamadas represiones de la conciencia, lo cual “proyecta unas manos finales sobre los muros de tu porvenir”, al decir de Olga Orozco en un cifrado poema. 
La cuestión de la conciencia es tan antigua como el hombre, y quizá su primera manifestación sea la duda de Adán y Eva ante la serpiente traidora, que los tentaba a desobedecer a Dios pues así serían conocedores del bien y el mal, lo que hicieron y tras lo cual se avergonzaron de su desnudez. ¿Serán conciencia e inconsciencia causa y consecuencia del pecado, o insuflo perenne del demonio? Basta acudir a obras de poetas y escritores para notar que ésta no es una cuestión menor, especialmente si las contrastamos con sus vidas. Muchos que fueron reconocidos como prolíficos y prodigiosos artistas de la literatura terminaron en suicidio, o ciegos, o deprimidos, o muertos por accidentes absurdos, o asediados por vicios incontrolables. Tal como si la musa les hubiera mostrado su verdadera cara al final.[2] Lo cual solo sería anecdótico sino fuera porque las más de las veces su mismo final es semejante al que hubieran tenido sus casi siempre tétricos personajes. 
Cabe preguntarnos: ¿estamos seguros de que yo sea yo, vos seas vos, él sea él, etcétera? ¿No estamos sometidos muchas veces a potestades de la carne y el espíritu que nos superan? ¿Cómo consagrar nuestra sumisión a las potestades benignas, las de Dios que nos ama? Una labor imprescindible es el conjuro de ese demiurgo oscuro de la inconsciencia, para lo cual es fundamental la meditación y la oración, frutos de la contemplación. Lo que bastaría para refutar a esos cultores del racionalismo, encolumnados tras René Descartes, que endiosó a la conciencia subordinando a ella toda responsabilidad por la existencia: “Pienso, luego existo.” Quedando en el subsuelo psíquico lo que él con mucha ambigüedad llama ideas innatas, que nada tienen que ver con la inefabilidad de la inconsciencia, sino que más bien se refieren a principios deductivos, a los que quiere reducir incluso al mismo Dios.[3] Nada más vanidoso y paradójicamente irreflexivo. No parecen necesitar de autoconciencia ni pensamiento y sin embargo son fundamentales para la existencia y subsistencia de la biósfera los animales, plantas, microorganismos y los mismos seres humanos durante el esencial tiempo de la concepción y el embarazo. A pesar de ello, los idólatras de la razón pura o pragmática de siempre, que en los hechos es casi lo mismo, pretenden que el ser humano es alguien digno de consideración cuando desarrolla su actividad cerebral, y desde el momento en que el embrión se anida en el útero de la mujer, menospreciando no solo a Dios que da la vida, sino también a la naturaleza de la persona, pues atentan contra el equilibrio social, creyendo que en virtud de la ciencia y el provecho de unos pueden discriminar, cuando no eliminar, embriones humanos que no son sino simientes de la vida del hombre. Aunque parece desatinado pretender que los tales embriones sean personas existentes, en un sentido concreto, pues han podido ser congelados durante muchos años, a veces décadas, y al ser implantados en un útero materno sobrellevaron el tiempo del embarazo y nacieron como bebés normales, es decir tal y como neonatos.[4] Mas asimismo ello termina por echar por tierra la quimera sartreana según la cual nuestra existencia precede a nuestra esencia; no es así según la fe, ni la genética, ni la lógica. 
No es en absoluto una apología del irracionalismo lo que queremos hacer aquí, sino precisar que sin la iluminación religiosa y piadosa de nuestra mente, no conseguiremos el cabal cultivo de nuestra conciencia, lo que nos hará dar esos lamentables pasos en falso, tanto de irracionalistas como de positivistas, que invariablemente nos llevarán a caer a un pozo. Mas lo peor nos lo advierte un mensaje de la Virgen de San Nicolás: Haced de vuestra vida un canto a la esperanza, y no miréis con otros ojos que no sean los del amor, y entonces sí habréis logrado introduciros en el Señor; si no lo hicierais, no valdrá la pena el latir de vuestros corazones. 
 Este asunto que tratamos no es azaroso, sino que tiene una gravedad enorme, pues el aborto, o la supresión de la vida del por nacer, es hoy el genocidio más sistemático y numeroso de la historia, a la vez que la mayor causa de mortalidad materna, siendo esto último lo que para muchos justificaría la legalización del feroz exterminio de criaturas indefensas, llevando al colmo las aberraciones racionalistas analizadas, condenando a muerte a seres humanos por no concebirse a sí mismos. Y no llega hasta ahí su locura, sino que en nuestro Congreso se trataba un proyecto de ley con el objeto de despenalizar el infanticidio,[5] asesinando sistemáticamente ahora a niños por no bastarse a sí. Mas los irreflexivos positivistas no parecen entender que desde muy temprano y ya durante todo el embarazo hay una vida con raíces y sentimientos. En una entrevista Salvador Dalí dijo que recordaba episodios de su vida intrauterina, citando a Giacomo Casanova y al mismo Sigmund Freud, a quien conoció, como otros casos de hombres que tuvieron las mismas vivencias en la panza de su madre. Sería redundante argüirles que muy temprano los bebés y párvulos adquieren conciencia de sí, de hecho yo recuerdo una vez que mi mamá me cambiaba el pañal, y otra cuando apenas podía caminar, en que emprendí una aventura por un pasillo oscuro que entonces me parecía muy largo, que terminó con mi cara en el suelo, dos dientes menos y mi llanto pidiendo socorro. 
El terrorífico atentado contra las vidas más primeras tiene hoy espantosas señales de inhumanidad. En España, ante la inminente venida al mundo de niños con síndrome de Down se les cuestiona a los futuros padres si prefieren que tales vidas nazcan o se supriman, disimulando muy mal el objetivo nazi de purificación genética. No es irrazonable deducir que con tanta amplitud para el exterminio de seres humanos indefensos, terminarán cayendo en la trampa otros sectores débiles como ancianos y quienes padezcan diversas enfermedades. Y más aun: ¿El menosprecio burocrático de vidas no vividas, no manifiesta que muchas de las existentes en el mundo tampoco valen la pena? 
Antiguamente regía la teoría de la animación de los teólogos, en que primaba el alma, estableciéndose cuándo ésta se insuflaba en hombre y mujer, pero hoy tenemos la teoría de la anidación o la de la actividad cerebral, en que lo primordial es el tiempo de la existencia o el cerebro. Mas ¿quién ha dicho que la vida vale por esos supuestos contingentes? ¿Quién ha establecido que un discapacitado intelectual no puede honrar la vida más que uno que goce plenamente de su capacidad? No estoy aquí anulando el valor de la razón, de hecho san Agustín, citado por santo Tomás en la Suma Teológica, dijo: Dios ama todo lo que hizo; y de esto, ama más a las criaturas racionales; y de éstas, ama más a los que son miembros de su Unigénito. Y a su Unigénito lo ama mucho más todavía. Mas esa racionalidad ha de ser la que le permite al hombre valorar toda la creación y venerar así al Creador, fines que en absoluto están vedados a quienes padecen síndrome de Down, sino que muchas veces los mismos podrían enseñarnos a hacerlo. Fray Luis de León en De los nombres de Cristo lo expresa muy bien: Y veremos que así como ellas (las estrellas) se humillan y callan, así lo principal y lo que es señor en el alma, que es la razón, se levanta y recobra su derecho y su fuerza, y como alentada con esta vista celestial y hermosa, concibe pensamientos altos y dignos de sí, y, como en una cierta manera, se recuerda de su primer origen, y al fin pone todo lo que es vil y bajo en su parte, y huella sobre ello. Y así, puesta ella en su trono como emperatriz, y reducidas a sus lugares todas las demás partes del alma, queda todo el hombre ordenado y pacífico. 
 Jesucristo se le apareció una vez a la vidente de la Virgen de San Nicolás cuando pedía por los enfermos, y el Señor le dijo: Sabes que nada quito, sabes que todo me doy, sabes que mis palabras son "Dad y os daré". Rotundo.

  [1] Juan Carlos Onetti escribió al respecto: Cuando uno escribe se está trabajando en la inconsciencia y lo único que importa es escribir. 
 [2] No hace falta decir que esto no es privativo de escritores, y ni siquiera de artistas… 
 [3] Un ejemplo de esta insensatez es Miguel de Unamuno, que dijo que, a pesar de que se proclamaba cristiano, no estaba tan seguro de la existencia de Dios como de que dos más dos es cuatro. Sin palabras. 
 [4] El 16 de octubre de 2010 nació en Estados Unidos un bebé de un embrión congelado durante 20 años, siendo el primer caso en que ocurre después de tanto tiempo. 
 [5] El 9 de septiembre de 2010 la Cámara de Diputados argentina aprobó ley que impone “prisión de seis meses a tres años a la madre que matare a su hijo durante o luego del nacimiento mientras se encontrare bajo la influencia del estado puerperal”, lo que equivaldría prácticamente a la despenalización del filicidio.

domingo, 19 de agosto de 2012

EN BUSCA DEL ÁRBOL GENEALÓGICO: MI BISABUELO “EL GRINGO”


Procederé a referirme a un ancestro materno que no solo yo jamás conocí, sino tampoco mi madre, sin embargo charlando con una de mis tías me comunicó importantes datos sobre su origen y proveniencia. Era un hombre de mediana estatura, ario e italiano, se apellidaba Oronado, y tenía ojos bien celestes y era bien rubio, en contraste no solo con mi bisabuela, su señora esposa, a su vez bien morena y alta, sino también conmigo y con casi toda su descendencia. Él tuvo dos hijas y un hijo varón, entre las primeras figura mi abuela; ambas eran mujeres arias, blancas y matronas, que además eran bastante más altas que su padre; y el tío abuelo Oscar, que murió joven a causa de una penosa enfermedad y a quien tanto mi tía como mi madre prodigaron cuidados. En cuanto a mi abuela, a quien frecuentaba de niño pero que murió cuando yo tenía diez años debido a su adicción al cigarrillo, el abogado con el que he trabajado hasta hace un tiempo me comentó que ella era muy pero muy radical, y que fue íntima amiga de un tal Domingo Vercellone, un personaje del radicalismo de Río Primero que fue juez de paz aquí, en consonancia con la trayectoria tan radical de nuestro pueblo. Mi bisabuelo materno huía seguramente de la Primera Guerra Mundial, estando entre los primeros inmigrantes de nuestro país. De mi tía abuela Irma, mayor un año que su hermana, mi abuela Irna, con la cual tenían un gran parecido, y que probablemente aún viva, no tengo más noticia de que viviría en un pueblo llamado Sastre de la provincia de Santa Fe. Sé ahora también que mi tía abuela Irma tuvo también hijos, entre ellos una mujer que siempre vivió con ella llamada Rosa, y un hombre que fue chofer de colectivos en Córdoba, quien a su vez tuvo tres hijas, de las que me entero que estudiaban en la UNC como yo, y un hijo, este último nació rubio y de ojos celestes, y sus rasgos no tienen más antecedentes que el de mi bisabuelo, el Gringo

sábado, 14 de julio de 2012

EL OBISPADO FAMILIAR Y MI PARENTESCO CON EL ARZOBISPO CARLOS ÑÁÑEZ

Fui hace unos días a casa de mi abuela, una señora bastante coqueta de 78 años que siempre me pareció que me quería menos por verme medio lelo; pero no tengo nada que envidiarle a García Márquez, ya que como la mujer que inspiró a la matrona de Cien años de soledad, mi abuela es lenguaraz como pocas y me ha inspirado estas letras tras una plática donde me reveló muchas cosas.
Mi abuela tuvo cuatro hijos aparte de mi papá, y vive recluida desde que su única hija mujer murió hace varios años mientras dormía sin que nunca supiéramos qué le había pasado. Le pregunté a mi abuela cuándo entró Omar, uno de mis tíos, a trabajar en la Casa de Gobierno de Córdoba y me dijo que entró con los radicales en 1983 siendo el gobernador entonces el Dr. Angeloz, hablamos también del senador nacional Luis Juez, jefe del partido opositor al gobierno provincial actual, partido creado en torno al mismo senador Juez y que mi tío sigue ahora apartándose de la tradición netamente radical de la familia de su madre. Le hablé también de la familia del que conocemos como mi tío Titi, quien muy joven se fue a vivir a Buenos Aires, platicamos sobre su trabajo en una empresa de la construcción, de cómo estaba la tía Rosita, la prima Fabi que estudia actuación con Soledad Villamil, de la visita que les hice hacía exactamente un año, etc. Y finalmente hablamos de mi papá. Inquirí sobre por qué él se apellida Brandán siendo que el apellido del abuelo paterno de papá era Almada, y la abuela me contó que mi abuelo, el padre de papá, era en realidad hijo natural, es decir hijo biológico solo de la madre, de quien extrajo el apellido. Le pregunté a mi abuela también sobre mi ascendencia paterna, y me dice que no hay Brandán por parte de papá en Río Primero. Que ella, mi abuela, es de apellido López, y que mi bisabuelo era don Ramón López, y mi bisabuela doña Baldomera Melo. Me contó que la familia de su mamá tiene hondas raíces en el pueblo. La conversación realmente no tuvo ningún desperdicio y en ella me entero que tuvimos dos miembros de la familia en lo alto del clero cordobés:
–Acá en Río Primero sus parientes por parte de madre son Melo, ¿hace cuánto que están? –es mi pregunta inicial.
–Son muy viejos y están entre las familias fundadoras del pueblo. Mi papá, Ramón López, era de Cañada de Machado no de acá.
–Sé que ambos vivieron mucho tiempo.
–Sí, 93 años mi papá y 83 años mi mamá.
–Yo los llegué a conocer incluso, eran mis bisabuelos.
–Claro.
–Vio las cosas que cuenta el papi, ¿conoce al arzobispo de Córdoba, Carlos Ñañez?
–Sí, él es hijo de una prima hermana de papá, la madre del arzobispo era prima hermana de papá, sus abuelos eran de Río Primero.
–¿Y cómo se llamaban los abuelos del arzobispo?
–Eran de apellido López. La madre del arzobispo se llamaba Manuela. A él no lo conozco la verdad.
–Yo sí, cuando hizo la confirmación mi hermana ahí estaba el arzobispo.
–Sabés algo, yo también hice la confirmación con alguien del obispado de Córdoba, Mons. Manuel Norberto López, hermano de mi abuelo.
–¡Cuántas personas en el obispado parientes nuestros! –exclamo.
–Nosotros le decíamos papá tío, era hermano de mi abuelo, del padre de papá. Yo era chica y me confirmó él, hace muchos años que ha muerto; vivíamos en Cañada de Machado, cuando murió nos heredó muebles a los sobrinos y papá trajo camionada de cosas, no así las casas que tenía que las dejó para el obispado.
–Mire qué bien. Quién iba a decir que íbamos a tener tantos parientes en lo alto del clero.
Respecto de Mons. Ñáñez, le digo que me parece extraño que sea rubio y de ojos celestes cuando nosotros somos todos morochos, y mi abuela me explica que esos rasgos los debe haber sacado de la familia de los Ñáñez.
–Un hermano de la madre del arzobispo venía todos los veranos y nosotros le decíamos tío Manuelito –me comentó también.


jueves, 12 de julio de 2012

ALICIA MENDOZA, LA MUJER QUE CONOCIÓ A KIRCHNER



Conversando con doña Alicia Mendoza, una vecina de Río Primero amiga de la familia que vivió en Río Turbio descubro que tiene tanto para contar que no haré si no decirlo con sus propias palabras, extraídas de una maravillosa plática que tuvimos: Que sí, que allá en la Iglesia son todos salesianos. El Néstor y la Cristina vivían en Santa Cruz, en Río Gallegos. Y yo era de más allá, a Río Gallegos siempre voy, más allá está El Calafate, entre medio de Río Turbio y Río Gallegos, para el lado de los cerros, ahí es todo camino de piedra. No estaba el hotel de Cristina en El Calafate cuando yo estaba sino que es de ahora, cuando fui hace poco había cabañas a la orilla del lago, del ventisquero, está grandísimo El Calafate, está irreconocible, es una ciudad antes era un pueblito de mala muerte. En el programa de Lanata se veían hoteles de lujo, sí y que entraron muchos extranjeros, incluso actores famosos. El presidente Kirchner los compró a siete pesos, claro, que eran tierras que no valían, ahora se ha cotizado todo en valor dólar, porque es mucho el turismo; como pasó en Bariloche ¿ves que tenía casa arriba del cerro hasta un pobre infeliz que no tiene ni para comer? Me pregunto cómo se habrán hecho tan ricos los Kirchner. Y… los negocios, sí, él era rico porque tenía campos, estancias y la Cristina es de acá de La Plata. Hay muchos Fernández allá parientes de Kirchner, que no tienen nada que ver con la Cristina, y también tienen estancias, con mucho ganado, llegando a Río Gallegos, a Río Turbio, a El Calafate; son todas estancias con nombres extranjeros. Te estoy hablando de años eh, cuando Kirchner era chiquito, iba a mi casa y yo lo conocí; mi papá era peronista y hacía los asados para todos los que venían, el gobernador Cepernic y la comitiva, mi papá hacía las reuniones en Río Turbio, se hacían a campo abierto y había asado y fiesta. Mi papá era muy peronista, muy militante. ¿Del PJ? No, en ese tiempo no existía el PJ, después en el 73 vinieron los montoneros y ahí salieron el PJ, el ERP, esas ramas, antes eran los viejos, porque la juventud no se metía y cuando esta se metió empezó el despelote; ahí militaba Kirchner, Cristina, la Alicia hermana de Kirchner, los hijos de Cepernic que uno desapareció; él era el gobernador y Kirchner fue secretario de Cepernic, que era el gobernador. No, Kirchner nunca fue guerrillero, estudió en la universidad de La Plata para ser abogado, y ahí conoció a Cristina y empezaron a militar y estuvieron presos porque andaban en la güebada, mi viejo militó toda la vida y nunca lo llevaron preso, le rompieron toda la casa eso sí; mi papá se llamaba Gumersindo Mendoza y está entre los primeros pobladores de Río Turbio. La primera nacida es Marina Luisa Amaranta, después sigue mi hermana Margarita Mendoza. Mi papá nunca tuvo ni aceptó ningún cargo, yo entré a la municipalidad porque yo trabajaba cuidando nenes a una señora, ella renunció porque los chicos vivían enfermos y así yo entré sirviendo café. Después fue el 73 y como papá era peronista me pasaron a la oficina y estudié máquina de escribir, empecé en la administración, me pasaron a obras públicas con los planos y todo eso, hice mesa de entradas, me mandaron a tesorería, cobraba impuestos, cuando Kirchner fue gobernador yo ya no estaba, me fui en el 86. Yo entré en el municipio con los militares, en el 69, entonces estaban los militares, las elecciones recién fueron en el 73; yo lo conocí a Kirchner, era chiquitito de edad, flaco, muy flaco, alto, todo narizón, yo era compañera de trabajo de la Alicia, que era la asistente social, ella trabajaba en toda la provincia pero su base era Río Turbio, Río Gallegos y Río Turbio son una sola cosa. No sabés la cantidad de mis amigos que hay allá en la gobernación, cuando yo fui era como estar en mi casa. Sí, hay amigos míos también en la Casa Rosada, Depetri por ejemplo era un activista de Río Turbio. Era petiso, revoltoso como la gran siete. Ellos, Néstor y Cristina después tuvieron un estudio de abogados en Río Gallegos, cuando empezaron los problemas con la política le pusieron una bomba en el estudio y dispararon para Chile, la madre de Kirchner es chilena. No se cuidaba Kirchner, y la diabetes… Que sí, que era diabético y que el trabajo y nunca hay tiempo, nunca se cuidó y los comas diabéticos son tremendos.  ¿Cómo era la política allá en Río Turbio? Todos peronistas, la única parte donde es más radical es Río Gallegos, Caleta Olivia es muy peronista, una vez los peronistas ganaron la elección por Caleta Olivia. Respecto de los fondos expatriados, claro, que él sacó esa plata afuera, después dicen que le dio a la gobernación de Río Gallegos, y ahí lo tienen que mantener a Río Turbio porque si se deja lo agarra Chile, porque acá esta Río Turbio y acá Chile, dejas Río Turbio y lo agarra Chile, y El Calafate y todo, porque Sarmiento no sé qué firmó que de Chubut para abajo le correspondería a Chile, dentro del ejido argentino, serían: Chubut, Santa Cruz; Tierra del Fuego es más chilena que argentina porque hay muchos chilenos, para arriba es más difícil porque los separa la Cordillera de los Andes pero para abajo estamos pegados con Chile, te vas de mi pueblo y pasás por una calle larga, tenés gendarmería, aduana y 25, 30 minutos estás en Chile; Río Turbio tiene ahora gasoducto de Chile, ¡gas natural! Nosotros teníamos estufa de salamandra, carbón de piedra para calentarnos, han traído el gasoducto de Chile, porque lo que es de Argentina no llega. Estos le dieron mucha manija allá, al sur que estaba muy abandonado, aparte que ahí no tenés un pueblo al lado del otro, 300, 400 km los separan, la Ruta 3 es un desierto, a lo lejos ves una casita que son de estancias pero lejos de la ruta, hay coirones, tierra seca, no ves verde nada, es muy desértica la Patagonia. ¿Pero tendrá mucho turismo? No sé eso. Tinelli vacaciona en el sur y quería hacer un parque, sí, que él tiene casa en San Martín de los Andes, que Bariloche es lindo una parte y la otra es todo villa, que la calle Mitre es la calle principal, y está el lago para acá. La de arriba es Clemente Onelli creo, la paralela a la Mitre, hay otra y después para allá, dos o tres cuadras, es todo villa, lo lindo esta en el centro. Que sí, ¡villas miseria!