martes, 26 de noviembre de 2013

Ensayo sobre el "Discurso a los electores de Bristol" de Edmund Burke

No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país. 
JOHN F. KENNEDY 

Entiendo que la representación política es un mecanismo confuso pues implicar dejar las aras de un buen gobierno al temple particular del gobernante, en su matriz más trágica esto implica desbordar la constitución de un pueblo sometido pero a sus leyes menos que a sus gobiernos, viéndose todo en ello no puede concebirse un buen gobierno sino de la costumbre del mismo pueblo sometido contra la corriente de ese pueblo, nefasta es la lucha donde uno solo decide y los otros eligen, sin querer, sin gobernar, sin docilidad magnánima sino con celo partidario, ¿dónde se encontraría el buen nombre del país en un nombre al que todo le está sometido? Bien en esta cuestión debo decir que si algo creo que abunda en este mundo son los monólogos, la absurda pretensión de algunas personas de erigirse en la única opción y en los detentadores de una idea como reveladora que procura imponerse y esto, en ámbitos tan cotidianos como el sermón de un sacerdote, una cátedra y sobre todo en la política. 
A contrario de lo que muchos pregonan, que somos más independientes que antaño, sin tantas sumisiones, cuando no ateos, que actualmente se cultiva mucho más que antes la individualidad de las personas, realmente creo que esto es una vil mentira. Casi todo es comido, atrapado por pocas cuestiones, ¿qué hay hoy en día que no esté dentro del mercado, que no sea de la competencia de un político o la doctrina infalible e inobjetable de diversas religiones? A más de que las leyes avanzan en demasía y dejan a la personalidad individual un margen cada vez más estrecho. La abundancia extraordinaria de medios de comunicación sociales y de masas creo que a esto no hace sino potenciarlo, como una especie de exaltación global del vacío espiritual, de imaginación y de la mente, como el bramido de un pueblo amorfo y descerebrado que con las pocas neuronas que aún conserva se ha terminando por desengañar de aquellas vacuas promesas de estar condenados al éxito, como ponderara hace años un político local. El Papa Pío X dijo que la democracia es lisa y llanamente una mentirosa perversión, una ficción a fin de cuentas, que no tiene moraleja. Aunque por mi parte yo incluso sería más drástico en la afirmación, diría que es una perversión toda atribución sobre la llanura del pueblo, de cualquier forma de gobierno o régimen político, que desconociese a fin de cuentas la opinión de sus representados o súbditos. El país no es una abstracción, ya lo dicen precisamente las Escrituras, en el Salmo 9: Conozcan las naciones que no son sino hombres. Sí, hombres, de carne y hueso, que viven, tienen ideales, sueños y no tienen por qué dejarlos morir en una absurda confianza entre las acciones de un gobierno. 
El margen de acción personal de todos y cada uno de los representados debe ser lo más sagrado de una Nación. El art. 19 de la CN dice precisamente que las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Pero creo que esto no debería entenderse como una relegación, como una indiferencia del Estado en tales acciones personales intrascendentes e inocuas, sino que tiene que ser el mismo pilar de un país. En esta perspectiva, estoy muy de acuerdo con lo que solía proponer el gran escritor Ernesto Sábato, sobre una anarquía cristiana. Al respecto pronunció el Papa Juan Pablo II lo siguiente: Sólo si las personas son justas, prudentes, moderadas y valientes, sus decisiones -tanto respecto a los líderes como a las políticas que deben escoger- conducirán verdaderamente al bienestar de la nación" (Juan Pablo II: Discurso a los obispos de Zambia en visita ad limina, 31.05.1993).

Ensayo sobre "Antígona" de Sófocles

Este ensayo fue elegido para el primer número de la incipiente Nuestra Joven Revista Jurídica, de pronta aparición en la facultad de derecho de la UNC.

COMENTARIO A LA TRAGEDIA ANTÍGONA 
 Elías E. Brandán Franco * 

 RESUMEN: Se emplea una obra cumbre de la tragedia griega como excusa para analizar el rol del pensador ante las estructuras de la sociedad y la cultura. 

 PALABRAS CLAVES: tragedia – Dios – poder – clases – pensamiento 

 Esta tragedia Antígona es una obra sublime y en este caso realmente estoy muy convencido de que el trabajo no es ninguna pérdida de tiempo. Al respecto de los anteriores trabajos realizados para esta materia de derecho político, debo decir que es el último que me toca hacer, y me gustaría hacer como un racconto de las ideas que plasmé en los anteriores, que en esta magistral pieza de Sófocles tienen total cabida. En mi primer ensayo plasmé la idea del poder al modo de una perorata pedantesca y mediocre promovida por el Gran Hermano de Orwell, que sin embargo sugestiona a sus sometidos a la fuerza de un poder omnímodo y completamente impune, lo cual no deja de ocurrir al pie de la letra en ese General promovido a Presidente en la novela de Gabriel García Márquez El otoño del patriarca, en la cual también cualquier divergencia era mirada desde ese poder omnímodo y cuasi ridículo como traición a las formas, estas más espurias que no escritas o tácitas. En la novela Un mundo feliz, de Huxley se vuelve sobre lo mismo, sobre ese poder perverso que ha terminando arraigando la indolencia de un futuro donde todo se soluciona a través de la consumición de una droga multifunción llamada soma, que funciona como somnífero hasta estimulante pasando por antidepresivo, un maná industrial del futuro. En 1984 toma el lugar de Dios el Gran Hermano, en El otoño del patriarca lo hace el anciano militar que hace las veces de presidente de un país, en Un mundo feliz lo hace Ford. Me pregunto ¿cuál será nuestro dios idolátrico? 
En Antígona es realmente conmovedor ver cómo el personaje más lúcido de la obra, el hijo del rey Creonte y prometido de Antígona, Hemón, intenta convencer a su padre de que deje viva a aquella y le perdone su mal, sin embargo el rey se vuelve cual un autista cada vez más y más reacio a los sabios consejos de su propio hijo, quien termina por darse muerte a sí mismo al no poder soportar ver muerta a su encerrada amada. Creo sinceramente que la línea que divide el poder como servicio al bien común de un autoritarismo desmedido es demasiado fina, y esto, inclusive en lo que algunos denominan el poder espiritual de la Iglesia (como contraposición del poder terrenal). 
Al respecto, el Papa León XIII planteó en la encíclica Rerum Novarum lo siguiente: «Finalmente, la Iglesia no considera bastante con indicar el camino para llegar a la curación, sino que aplica ella misma por su mano la medicina, pues que está dedicada por entero a instruir y enseñar a los hombres su doctrina, cuyos saludables raudales procura que se extiendan, con la mayor amplitud posible, por la obra de los obispos y del clero. Trata, además de influir sobre los espíritus y de doblegar las voluntades, a fin de que se dejen regir y gobernar por la enseñanza de los preceptos divinos.» 
Dice el escritor Jean Paul Sartre analizando el tema marxista en Crítica de la razón dialéctica, que la filosofía «es cierta manera de tomar conciencia de sí de la clase “ascendente”; y esta consciencia puede ser neta o confusa, indirecta o directa: en los tiempos de la nobleza de toga y del capitalismo mercantil, una burguesía de juristas, de comerciantes y de banqueros, algo captó de sí misma a través del cartesianismo; siglo y medio después, en la fase primitiva de la industrialización, una burguesía de fabricantes, de ingenieros y de sabios se descubrió oscuramente en la imagen del hombre universal que le proponía el kantismo. Pero para ser verdaderamente filosófico este espejo se tiene que presentar como la totalización del Saber contemporáneo: el filósofo lleva a la unificación de todos los conocimientos regulándose gracias a ciertos esquemas directores que traducen, las actitudes y las técnicas de la clase ascendente ante su época y ante el mundo.» 
Cuánto debemos valorar el pensamiento crítico, el disenso en la democracia, que esta no es sino el poder del pueblo. En estas obras la máxima cartesiana “Pienso, luego existo” adquiere una entidad casi sagrada como la de un credo. Pero desconfió de ese cartesianismo agudo que todo lo justifica por un raciocinio demasiado humano, por un prejuicio de las formas y solemnidades, no por nada el Preámbulo de la CN invoca a Dios como “fuente de toda razón y justicia”. Y me pregunto cuántos pigmeos u hombres mediocres, cuantos remedos de Descartes legitimados de saco y corbata o dizque iluminados que prometen darnos a conocer el valor del verdadero pensamiento hay en el mundo, cuántos Grandes Hermanos, Generalísimos o réplicas de ese dios hecho a medida de las más variopintas industrias del mundo cual Ford. Comparto una anécdota respecto de algunas actividades académicas a realizar por estudiantes: un compañero de los claustros advirtió a otro, ni te gastes en todo eso, mejor bajá resúmenes de Google, pero él no le hizo caso y así le fue; en nuestro país parece mucho mejor agarrar por el camino más corto, pero este es también el camino que puede llevar a un pozo en que el hombre puede morir aplastado y destrozado junto a todo lo suyo y los suyos como en la tragedia griega de un cotidiano accidente de tránsito… 
Jesús, fijando su mirada en ellos, les dijo: «¿Qué significan entonces esas palabras de la Escritura: La piedra que rechazaron los constructores ha venido a ser la piedra principal. 
El que caiga sobre esta piedra se hará pedazos, y al que le caiga encima quedará aplastado?» Lc. 20, 17-18 

* Elías Emanuel Brandán Franco: Estudiante de la carrera de derecho y cs. ss. Participó de congresos, conferencias, seminarios de derecho constitucional, derecho político y derecho penal. Apasionado por la cultura general, es instruido en agronomía (perito en cereales y oleaginosas), literatura, filosofía, teología e informática. Aficionado a las letras, tuvo un taller literario en la casa de la cultura de su pueblo, Río Primero y es coordinador de la pastoral de jóvenes en su plataforma de arte en la parroquia del mismo lugar. Este es uno de los breves ensayos presentados por el estudiante sobre las obras literarias que se leyeron en la cátedra de derecho político del Dr. Ricardo Del Barco. Correo electrónico: brandfran@hotmail.com.

Ensayo sobre "Un mundo feliz" de Aldeus Huxley

En este ensayo empleé varias partes de escritos que había ya publicado aquí, uno titulado "Derecho al alma", que publiqué el 31/12/2012 y otro titulado "El sexo: murciélagos y magnolias" que publiqué el 04/01/2013.

En la novela se juega mucho con los ideales sagrados de la civilización como la libertad, la felicidad, Dios, la paz social y así se me ocurrió buscar el significado de la palabra felicidad en el diccionario de la RAE y es mucho más modesto de lo que se creería: 1. f. Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien. 2. f. Satisfacción, gusto, contento. Las felicidades del mundo 3. f. Suerte feliz. Viajar con felicidad. De hecho, la definición de salud por parte de la OMS es mucho más abarcativa y contundente: «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Creo que esta novela hoy suscitaría mucho menor asombro que en sus tiempos ya que conceptos como criopreservación, fertilización asistida y hasta la elección de las características físicas e intelectuales del feto tienen una vigencia increíble. Hasta incluso leí hace pocos días en un diario la afirmación de que ya se puede clonar seres humanos, con la misma liviandad con la que se anuncia la aparición de un nuevo iPhone. Mi opinión de dónde tiene sus comienzos esta como crisis del pensamiento moderno y posmoderno es en el cartesianismo agudo, sí, en esos cultores del racionalismo, encolumnados tras René Descartes, que endiosó a la conciencia del hombre subordinando a ella toda responsabilidad por la existencia: “Pienso, luego existo.” Quedando en el subsuelo psíquico lo que él con mucha ambigüedad llama ideas innatas, que nada tienen que ver con la inefabilidad de la inconsciencia de Freud, sino que más bien se refieren a principios deductivos, a los que quiere reducir incluso al mismo Dios. Nada más vanidoso y paradójicamente irreflexivo. No parecen necesitar de autoconciencia ni pensamiento y sin embargo son fundamentales para la existencia y subsistencia de la biósfera los animales, plantas, microorganismos y los mismos seres humanos durante el esencial tiempo de la concepción y el embarazo. A pesar de ello, los idólatras de la razón pura o pragmática de siempre, que en los hechos es casi lo mismo, pretenden que el ser humano es alguien digno de consideración cuando desarrolla su actividad cerebral, y desde el momento en que el embrión se anida en el útero de la mujer, menospreciando no solo a Dios que da la vida, sino también a la naturaleza de la persona, pues atentan contra el equilibrio social, creyendo que en virtud de la ciencia y el provecho de unos pueden discriminar, cuando no eliminar, embriones humanos que no son sino simientes de la vida del hombre. Asimismo, avanzan en la justificación e impunidad del aborto, o la supresión de la vida del por nacer, que es hoy el genocidio más sistemático y numeroso de la historia, a la vez que la mayor causa de mortalidad materna, siendo esto último lo que para muchos justificaría la legalización del feroz exterminio de criaturas indefensas, llevando al colmo las aberraciones racionalistas analizadas, condenando a muerte a seres humanos por no concebirse a sí mismos. Y no llega hasta ahí su locura, sino que en nuestro Congreso se trataba un proyecto de ley con el objeto de despenalizar el infanticidio, asesinando sistemáticamente ahora a niños por no bastarse a sí. Así, el 9 de septiembre de 2010 la Cámara de Diputados argentina aprobó ley que impone “prisión de seis meses a tres años a la madre que matare a su hijo durante o luego del nacimiento mientras se encontrare bajo la influencia del estado puerperal”, lo que equivaldría prácticamente a la despenalización del filicidio. El terrorífico atentado contra las vidas más primeras tiene hoy espantosas señales de inhumanidad. En España, ante la inminente venida al mundo de niños con síndrome de Down se les cuestiona a los futuros padres si prefieren que tales vidas nazcan o se supriman, disimulando muy mal el objetivo nazi de purificación genética. No es irrazonable deducir que con tanta amplitud para el exterminio de seres humanos indefensos, terminarán cayendo en la trampa otros sectores débiles como ancianos y quienes padezcan diversas enfermedades. Y más aún: ¿El menosprecio burocrático de vidas no vividas, no manifiesta que muchas de las existentes en el mundo tampoco valen la pena? En la novela tener relaciones sexuales, por ejemplo, no es nada especial sino que es lo más banal del mundo. Al respecto de esto, he leído que algunos biólogos y científicos estiman que la reproducción asexual es un estado más avanzado de la vida pues implica mucho menos costo energético, cuestionándose por qué el hombre, el más racional de todos los seres vivos, no lo ha alcanzado, siguiendo con su esquema de reproducción tan arcaico según su lógica de la biología. Sin embargo, nunca antes el sexo había sido tan omnipresente en todos los medios, tan aturdidor, tan inhumano. Asimismo se trata en la novela del bendito soma, una especie de droga que funciona como estimulante, antidepresivo y consolador, algo así como un maná industrial del futuro. La división de la sociedad en castas, en categorías, en clases, ¿a quién puede extrañarle? 
Como a esta novela no le es ajena Dios y la Religión, y la cátedra a la que asistimos es la de Derecho Político, comparto una reflexión sobre una posible contradicción entre los postulados de los papas Francisco y su predecesor Benedicto XVI: recientemente el Papa Francisco expresó en una misa en su residencia de Santa Marta lo siguiente: Seguir a Jesús no consiste en hacer carrera, ni en buscar alcanzar el poder. Y prosiguió: Seguir a Jesús sí, pero hasta un cierto punto; seguir a Jesús como algo cultural: soy cristiano, tengo esta cultura... pero sin la exigencia del verdadero seguimiento de Jesús, la exigencia de seguir su camino. Si se sigue a Jesús como una propuesta cultural, se usa su camino para llegar más alto, para alcanzar más poder. 
Pero sin embargo el 1 de enero de este mismo año el entonces Papa Benedicto XVI en su mensaje para la celebración de la XLVI Jornada Mundial de la Paz dijo: Las instituciones culturales, escolares y universitarias desempeñan una misión especial en relación con la paz. A ellas se les pide una contribución significativa no sólo en la formación de nuevas generaciones de líderes, sino también en la renovación de las instituciones públicas, nacionales e internacionales. También pueden contribuir a una reflexión científica que asiente las actividades económicas y financieras en un sólido fundamento antropológico y ético. El mundo actual, particularmente el político, necesita del soporte de un pensamiento nuevo, de una nueva síntesis cultural... 
O sea, por un lado el Papa Francisco parece considerar de forma hasta despectiva el hacer carrera y alcanzar el poder diluyendo el seguir a Cristo en una propuesta cultural, mientras que el Papa Benedicto parecía estar más a favor casi de una aristocracia universitaria y cultural al mando del poder político en el mundo.

Ensayo sobre "El otoño del patriarca" de Gabriel García Márquez

En clases de Derecho Político en la UNC el Dr. Ricardo del Barco tuvo la grata idea de hacernos leer y luego comentar grandes obras de la literatura analizándolas a la luz de la política. A continuación publico mis ensayos sobre las mismas (también lo había hecho de la novela "1984" de Orwell pero como fue hecho a mano no cuento con copias y lamentablemente no lo pude recuperar): sobre "El otroño del patriarca", de Gabriel García Márquez, "Un mundo feliz", de Aldeus Huxley, "Antígona", de Sófocles y finalmente sobre el "Discurso a los electores de Bristol", de Edmund Burke. Acerca del presente ensayo sobre la obra de Gabriel García Márquez, recomiendo para introducirse en el conocimiento las políticas autoritarias de Juan Domingo Perón el libro "Perón y los medios de comunicación" del periodista del diario La Nación Pablo Sirvén. 

Yo elegí la novela El otoño del patriarca de Gabriel García Márquez entre otras cosas porque según el autor esta es la novela en que invirtió más trabajo y esfuerzo, y ya sabemos que al mismo no le faltan precisamente grandes novelas en su haber, ya que escribió cumbres literarias inscriptas todas en el género del boom latinoamericano del realismo mágico. El mismo autor ha dicho sobre sus libros: No hay en mis novelas una línea que no esté basada en la realidad. Esto es entonces que podemos hacer algunas comparaciones con nuestra realidad, en este sentido tenemos en nuestros pueblos varias coincidencias. En el caso de esta gran obra el Presidente al morir su madre, decretó 100 días de luto, qué raro, Cristina todavía no se sacó el negro; el Presidente es también un déspota que destruye literalmente a sus enemigos como es el caso de su lugarteniente más fiel, el General Rodríguez de Aguilar, a quien sospecha un traidor, por lo que él manda que lo maten y guisen y obliga a sus ministros a que se lo coman, pero hete aquí que Chávez a una jueza la cual aplicó una resolución de la ONU a un preso político mediante cadena nacional dispuso que se le debían dar 30 años de cárcel por traidora y cuyos primeros años fueron inmediatamente cumplidos en una cárcel de máxima seguridad no pudiendo ni siquiera ver el sol. En el libro se relata sobre la canonización civil, ya que no pudo ser eclesial, de la madre del General Bendición Alvarado, a la que se denomina en el libro Santa Bendición Alvarado de los pájaros. No hace falta que recuerde al inspirado de Nicolás Maduro, Presidente electo de Venezuela y sucesor de Chávez que a la muerte de este dijo haber recibido su espíritu en el canto de un pajarito... Con todo esto Gabriel García Márquez en vez inscribirse en el realismo mágico quizás debería poner al comienzo de su novela la aclaración, que cualquier semejanza con la realidad no es pura coincidencia. Pero ahora bien lo que más me llamó la atención en este relato teniendo en cuenta nuestra historia y en lo que creo que García Márquez debe haber pensado al realizar esta novela, y dado quizás porque su clásica editorial ha sido desde siempre la porteña Editorial Sudamericana, que fue fundada entre otros por Victoria Ocampo, es en Juan Domingo Perón, quien también fue un General militar devenido en Presidente de su país, cuyos primeros años de gobierno estuvieron plagados de acusaciones de censura e incluso no hay quien falte que califique a su gobierno de dictadura, y fue en efecto quien decretó muchos días de duelo al morir su esposa y primera dama, Evita. De hecho, en la Argentina ocurrió el proceso de duelo más largo del mundo, en ocasión de la muerte de Eva Duarte de Perón, conocida popularmente como Evita. A partir de ese 26 de julio de 1952, cuando murió Eva Perón, y hasta la caída del gobierno, la programación habitual en la radio se interrumpiría diariamente para que un locutor dijera con voz de radioteatro: “Son las veinte y veinticinco, hora en que Eva Perón entró en la inmortalidad”. Se decretó duelo nacional por un mes. La CGT ordenó a todos los peronistas que llevaran corbata negra u otra señal de duelo durante tres días. Los funerales de Evita fueron rememorados por el escritor Jorge Luis Borges en su relato El simulacro, que trata sobre una farsa en que varias personas representaban al Presidente viudo y a su esposa muerta en varios puntos del país, algo que ocurrió en la realidad. A Eva Perón, al igual que a la madre del Presidente de la obra de Gabriel García Márquez se la procuró imponer a su muerte como Santa Evita. Recordemos que fue declarada Jefa Espiritual de la Nación en el Congreso, al punto también que aquel es el nombre de una de sus más renombradas hagiografías, la del novelista Tomás Eloy Martínez, Santa Evita. Tras la muerte de Evita, la de los descamisados, los diarios oficialistas fueron una catarata de exageraciones. Sin embargo, el torneo de alabanzas llegaría al pináculo “cuando el gremio de la alimentación, intérprete del deseo popular, se dirigió desaprensivamente al Vaticano solicitándole la canonización de Evita”. Así lo recordaría en un libro el militante católico chileno Ricardo Boizard, quien también explicó que el sacerdote Virgilio Filippo había advertido a ese sindicato que “la Iglesia somete estos casos a un largo y meticuloso proceso”, el que nunca se resuelve antes de cincuenta años del fallecimiento del presunto santo. Y ocurre también con Perón, que tomó posesión del cargo de Presidente por primera vez en 1946 y aún tras el exilio y el largo periodo ocupado por otros gobiernos tras la dictadura que lo derrocó, logra morir en el cargo de Presidente varias décadas después, en 1974. 
Una de las cosas de lo que se realiza una genial parábola en esta novela es del presidencialismo a ultranza, en este caso, el Presidente tiene tanto dominio sobre sus súbditos que inclusive dispone de la vida de más de 2 mil niños cuyo crimen no era otro que conocer el secreto por el que siempre era el billete presidencial el que se sacaba la lotería. Episodio tremebundo que le ocasionó al General problemas con la preocupada comunidad internacional, roces con la Iglesia Católica y reprensiones de Naciones Unidas. Como decíamos, cualquier semejanza con la realidad, en este caso especialmente de Argentina sobre la nueva reforma judicial, no es pura coincidencia. 
Me parece oportuno decir al respecto que la CN dice sobre esto en el Art. 29.- «El Congreso no puede conceder al Ejecutivo nacional, ni las Legislaturas provinciales a los gobernadores de provincia, facultades extraordinarias, ni la suma del poder público, ni otorgarles sumisiones o supremacías por las que la vida, el honor o las fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona alguna. Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la patria.» 
Recuerdo aquí uno de los postulados básicos del marxismo, aquello de la alienación del capitalismo y me cabe hacerme la pregunta de por qué Marx habrá creído y propuesto una dictadura y no una democracia del proletariado. Para así llegar representantes de los sindicatos y el sector obrero al poder político como fue el caso de Lula en Brasil. Y encontré unas palabras reveladoras de Lenin sobre la cuestión: «Marx puso de relieve [...] que a los oprimidos se les autoriza para decidir una vez cada varios años qué miembros de la clase opresora han de representarlos y aplastarlos en el parlamento. Pero, partiendo de esta democracia capitalista -inevitablemente estrecha, que repudia bajo cuerda a los pobres y que es, por tanto, una democracia mentirosa- [...] el desarrollo hacia el comunismo pasa a través de la dictadura del proletariado, y no puede ser de otro modo, porque el proletariado es el único que puede, y sólo por este camino, romper la resistencia de los explotadores capitalistas. Pero la dictadura del proletariado, es decir, la organización de la vanguardia de los oprimidos en clase dominante para aplastar a los opresores, no puede conducir tan sólo a la simple ampliación de la democracia. A la par con la enorme ampliación del democratismo, que por primera vez se convierte en democracia para los pobres, en un democratismo para el pueblo, y no un democratismo para los sacos de dinero, la dictadura del proletariado implica una serie de restricciones puestas a la libertad de los opresores, de los explotadores, de los capitalistas. Debemos reprimir a éstos, para liberar a la humanidad de la esclavitud asalariada, hay que vencer por la fuerza su resistencia, y es evidente que allí donde hay represión, donde hay violencia, no hay libertad ni hay democracia. [...] Democracia para la mayoría gigantesca del pueblo y represión por la fuerza, es decir, exclusión de la democracia, para los explotadores, para los opresores del pueblo: he ahí la modificación que sufrirá la democracia en la 'transición' del capitalismo al comunismo.» 
Jellinek, uno de los autores que hemos estudiado al tratar sobre el problema del Estado expresa que este es un género de fenómenos y hechos exteriores a la conciencia, dotados de continuidad espaciotemporal, que son reducidos a la unidad por nuestra conciencia, sin que a ello corresponda una unidad objetiva exterior a ella. Vuelvo a recordar nuestra CN esta vez en su Art. 22.- «El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición.» Y pienso sin embargo que en el derecho civil la representación necesaria esta solo prevista para los casos de incapaces de hecho; ¿implica esto un acto de alienación de la conciencia de la Nación por parte de los gobernantes y los políticos?, ¿no es demasiado concederles?, ¿qué nos garantiza que serán los que velarán por el orden constitucional o el bien común? ¿Es que lo hacía Chávez o lo hace Cristina? ¿Esto está garantizado solo por haber podido lograr construir su poder sobre una gran mayoría de la población? Respecto de esto ya sabemos lo que opina Morin, quien propone un replanteamiento de la política como un fenómeno multidimensional y bueno nosotros tampoco queremos que el pájaro de Minerva levante vuelo demasiado tarde. A su vez, el Papa Benedicto XVI en su mensaje para la Jornada Mundial por la Paz el 1 de enero este año dijo lo siguiente: «El mundo actual, particularmente el político, necesita del soporte de un pensamiento nuevo, de una nueva síntesis cultural, para superar tecnicismos y armonizar las múltiples tendencias políticas con vistas al bien común. Éste, considerado como un conjunto de relaciones interpersonales e institucionales positivas al servicio del crecimiento integral de los individuos y los grupos, es la base de cualquier educación a la auténtica paz.» 
¿Podemos aún hoy con todos los recursos tecnológicos y humanos como redes sociales y distintos medios de comunicación, que nos permiten conocer la opinión de la gente en un instante, seguir creyendo y legitimando la arbitrariedad de conceder el poder de a plazos de años a través un simple voto, como dando un cheque en blanco? ¿Dónde está la soberanía sino en el pueblo? La que proclamaron nuestros próceres para librarnos de las cadenas de la tiranía de España. ¿Eso ahora de la tiranía de los políticos de las que debemos escapar? ¿Será así tajantemente cierto el razonamiento del prócer Moreno?: «Si los pueblos no se ilustran, si no se divulgan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que puede, vale, debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y será tal vez nuestra suerte cambiar de tiranos sin destruir la tiranía...» Lo que pidió la gente en 2001 contrariando notablemente el principio de representatividad popular no fue sino que se vayan todos, y no son pocos los que aun hoy dicen no encontrar referentes en el oficialismo pero tampoco en la oposición, lo que fue precisamente uno de los tópicos de las últimas marchas contra el gobierno de Cristina. ¿Los métodos de democracia semidirecta receptados por nuestra CN tienen todavía algún valor o eficacia o han quedado obsoletos? 
«En el actual cambio de época, emerge una nueva cuestión social. Aunque siempre tuvimos dificultades, hoy han surgido formas inéditas de pobreza y exclusión. Se trata de esclavitudes modernas que desafían de un modo nuevo a la creatividad, la participación y la organización del compromiso cristiano y ciudadano. Como señala el Documento de Aparecida, hoy los excluidos no son solamente “explotados” sino que han llegado a ser “sobrantes y desechables”. La persona humana nunca puede ser instrumento de proyectos de carácter económico, social o político. Por ello, ante todo queremos reafirmar que nuestro criterio de priorización será siempre la persona humana, que ha recibido de Dios mismo una incomparable e inalienable dignidad.» Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad (2010-2016) Conferencia Episcopal Argentina 

Fuentes en internet: 
http://www.argentina-insolita.com.ar/relatos-y-frases/el_velorio_mas_largo_del_mundo.htm 
http://es.wikipedia.org/wiki/Dictadura_del_proletariado